Una vez que fui mamá, no hice más que leer y tratar de educarme para poder darle lo mejor a mis hijos y la comida era uno de los temas más importantes.
Ambos son niños de lactancia materna exclusiva, nunca tomaron leche de fórmula y de fueron directo a la leche de vaca en vaso. Uno de mis grandes orgullos. Por supuesto que cuando empezaron a probar comida, pues obvio les pensaba dar a probar de todo. Y es entonces cuando empecé a preocuparme, yo siempre fui bien chocante para come. Pobre de mi mamá. Cuenta que desde que era una bebé probaba las frutas y en especial el plátano la vomitaba minutos después. Si suena loco y raro pero así era. La verdad es que al día de hoy no me gustan las frutas solo la piña y la sandía. Se que suena increíble pero el resto de solo olerlas en su mayoría me provocan arqueadas. De las verduras con el tiempo le agarre el gusto, les hablo que eso fue después de los 14 años. Hoy en día me gustan todas excepto el aguacate, el tomate crudo y la cebolla cruda. Y mi cuerpo sigue rechazando muchas cosas de solo olerlas vomito. Por supuesto que mi mamá hizo de todo para que comiera pero mi cuerpo siempre se rehusó.
Dicho lo anterior sabrán que cuando me hice mamá no quería que me pasara nada de eso pero pues a pesar de que mis hijos probaron de todo hay muchas cosas que aún no comen, sigo insistiendo en darles a probar, el grande de 11 apenas lo hace , pero eso si come pulpo desde los 4 años. El de 7 tiene gustos muy limitados y aunque no me doy por vencida creo qué hay cosas que tampoco les gustan porque simplemente su cuerpo no lo acepta.
Así que a veces no solo es “son chocantes para comer” o son “picky eaters” a veces es algo más profundo y el cuerpo no lo acepta.
Gracias por leer y prometo no abandonar tanto el blog. Ah y otra cosa sobreviví sin frutas, soy una mujer muy sana y ahora me gusta probar de todo, sin embargo hay cosas que siguen sin gustarme como el tomate crudo, aguacate , cebolla cruda y casi todas las frutas excepto sandía y piña (a veces higo).
Mamamultifuncional 